Piénsalo bien, ¿cuantas veces has utilizado tu impresora en el último año? (para imprimir, no cómo el paisano de la foto ;-) Yo la mía la jubilé hace tres o cuatro años, sólo la utilizaba para imprimir algún que otro bono de hotel, que luego no me pedían cuando llegaba a él, bastaba con que les diera el número de reserva y enseñara mi DNI.
Ahora si puntualmente necesito imprimir algo, lo hago en la imprenta del barrio (os prometo que en la oficina no ;-) . Y te preguntarás, ya pero eso no supone una mejora de la productividad. Ya, pero desde el momento que desaparece la impresora de tu mesa de trabajo, te obligas a digitalizar todo lo que antes significaba papel:
•En lugar de imprimir las tarjetas de embarque ahora las llevas en el smartphone o smartwatch
•En lugar de imprimir un dossier para su lectura, ahora te lo descargas en l tablet.
•En lugar de imprimir y encuadernar un dossier para entregárselo a alguien se lo envías por mail, o lo guardas en la nube (Google Drive, Dropbox...) y compartes un enlace a él.
Aunque suene algo radical, cuanto antes dejes atrás el soporte papel más fácil te resultará adoptar cualquier avance tecnológico.
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