DIARIO DE UN IMPRENDEDOR: Pisando el barro

Un INprendedor no ha nacido para estar permanente encerrado en un despacho, pisando moqueta, necesita pisar barro, recoger de primera mano las necesidades de las personas para las que trabaja, necesita ensuciarse, necesita sentir los problemas de esas personas para hacerlos suyos.

Por muchas fórmulas y funciones que tengan las hojas de cálculo, jamás podrán representar al 100% el mundo, hay variables que no se pueden medir, sólo se pueden sentir. Y aquí radica la clave, esa que muchos no se atreven a afrontar profesionalmente, y que guardan sólo para sus momentos más personales.

Se dice que para seguir mejorando el mundo, tenemos que ir hacia un modelo en el que los VALORES estén más presentes en todos los ámbitos de nuestra vida, y eso sólo pasa por ser capaces de ponernos en los zapatos de los demás, de pisar el barro que ellos pisan y de sentir la profundidad de cada una de sus pisadas.

Ser INprendedor consiste no sólo en estar en lo alto de la atalaya divisando el medio/largo plazo, sino también el que cuando una borrasca se avecina, bajar a pisar el barro, y ayudar a desatascar el carro en el que todos estamos subidos.

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