DIARIO DE UN INPRENDEDOR: No todo es dinero, también son sensaciones

Los inprendedores lo tienen claro, el DINERO no es un objetivo, es una CONSECUENCIA. La consecuencia de experimentar SENSACIONES AGRADABLES, justo lo mismo que piensa cualquier cliente, que es a quien nos debemos.

Imaginaos por un momento, que entráis a un restaurante a comer, y el camarero está más pendiente de cuanto nos vais a gastar que de que disfrutéis de la cena. ¿Como os sentiríais? ¿Estaríais dispuestos a pagar? ¿Dejaríais propina? ¿Volveríais? ¿Lo recomendaríais a vuestros amigos o en las Redes Sociales?

Sin duda una  empresa que no gana dinero se muere, pero cuanto más grandes se hacen más tienden a creer que lo más importante es tener contentos a los accionistas y tener cada vez más beneficios, para seguir siendo aún más grandes y realmente LO MÁS IMPORTANTE ES QUE LOS CLIENTES y EMPLEADOS ESTÉN CADA VEZ MÁS SATISFECHOS y el beneficio, la "grandeza" e incluso los accionistas vendrán solos.

De hecho cuando el dinero es consecuencia, la rentabilidad es mucho mayor que cuando es objetivo, sólo hay que oir a Warren Buffett: "Si haces algo que amas hacer, es más probable que inviertas todo tu ser en ello y eso generalmente significa hacer dinero"

Y es que el inprendimiento se alimenta desde las SENSACIONES diarias que te indican que estás siguiendo el camino correcto, ese que no siempre es el más fácil de elegir, porque entre otras cosas, no es el más transitado, pero que sabes que es el más útil para todos, incluso para esos que, erróneamente, piensan que lo más importante es el dinero.

Es muy importante que mientras trabajamos experimentemos mayor número de SENSACIONES AGRADABLES que de desencuentros, en caso contrario estaremos ayudando a crear una empresa "perdedora", y es como reza una de las frases del libro "Aprendiendo de los mejores": "Es condenadamente difícil competir contra alguien que disfruta de lo que hace" (Steve Pavlina)

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