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lunes, 3 de marzo de 2014

Día 2/7 #destinoSENEGAL (Visitando Dakar y el Lago Rosa)





. lunes, 3 de marzo de 2014


Hoy hemos empezado el día prontito, a las 8:30 ya estábamos en el mini autobús, que nos ha llevado a recorrer gran parte de Dakar. Lo primero que impresiona es la densidad de personas que se agolpan en sus calles y que incluso se refleja también dentro de los vehículos, literalmente desbordados de personas, sobre todo en los autobuses, en los que la puerta trasera se encuentra casi siempre abierta y con cinco o seis personas aferrándose a ella. 

Senegal tiene algo más de 13 millones de habitantes, y sólamente en Dakar se concentran, dos millones y medio. Sus calles son un testimonio de ello, sin orden ni concierto circulan todo tipo de vehículos, personas y animales. Observar esta realidad desde los cómodos asientos del mini-bus te hace reflexionar sobre muchas cosas, tu cabeza no para de pensar donde puedes estar la solución, o más aún, si realmente existe una solución.

Aunque parezca extraño decirlo, proyectan un positivismo que ya quisieran muchas personas que TIENEN 100 veces más, pero que SON 1000 veces más pesimistas con la vida. Los senegaleses te regalan sus sonrisas, se visten con ropas coloridas y te enseñan que su actitud es incluso superior a su pobreza.

Hemos tenido la oportunidad de visitar un poblado, de unas 200 personas, en el que sólo había casa hechas de paja y algo de madera con escasos seis u ocho metros cuadrados donde puede vivir una familia entera, sin embargo una de las cosas que más nos ha llamado la,atención es ver a un niño de poco más de un año jugando con un machete afilado de casi 50cm de hoja, una clara metáfora que nos enseña, que desde su edad más temprana, su vida camina por el filo entre la vida y la muerte.

También nos hemos acercado al Lago Rosa, sin embargo no era tan colorido como pensábamos, porque parece que cuando realmente se vuelve rosáceo es en los meses más calurosos, así que hemos contemplado sus tranquilas aguas y sobre todo sus orillas repletas de barcas y montones de sal, tras los que se apostaban lugareños, como se suele decir, "a la caza del turista".

Estamos seguros que lo que hoy hemos visto es una realidad que se repite en muchos otros rincones de Senegal, y de la que durante los próximos días seremos testigos de excepción, así que prometemos acercárosla. Cada uno de nosotros y de vosotros podemos ayudarles a construir un país mejor, porque, ¿sabéis una cosa? Los senegaleses nos han contagiado su positivismo!! +++

Aquí podéis ver el videopost correspondiente a esta segunda jornada:





1 comentarios:

Alberto Piñeiro De La Fuente dijo...

Gracias por compartir tu experiencia con todos. Un fuerte abrazo!

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